miércoles, 25 de junio de 2014

¿Cómo hacer vinagre casero?

¿Quieres realizar tu propio vinagre casero? Para ayudarte te traemos un poco de historia acerca de este líquido y consejos para prepararlo.







El primer testimonio escrito del  del vinagre en la gastronomía proviene del Imperio Romano, y se encuentra en el libro de cocina más antiguo de la historia occidental, el De re coquinaria, escrito por Apicio. Es probable que ya en aquellos tiempos las culturas hayan notado sus propiedades como conservante.
Este líquido proviene de la fermentación del vino o la manzana, por lo cual se cree que sus orígenes se remontan al comienzo de la elaboración de bebidas alcohólicas. De sabor agrio, el vinagre es sumamente empleado en la mayoría de las cocinas del mundo.
Aunque normalmente se puede  ya preparado, también existe la opción de hacerlo en . Además, esto te permitirá aprovechar los restos de algún vino que no hayas consumido a tiempo. Es por esto que con estas sencillos pasos te enseñaremos a preparar un vinagre casero espectacular.
Sólo necesitarás una botella de vidrio alargada y medianamente estrecha (con cuello lo suficientemente abierto como para que el vinagre respire), una gasa o tela limpia y estéril, un poco de vinagre ya hecho para acelerar el proceso y el vino o sidra que desees.
Como los vinos suelen tener 13% de grado alcohólico y el vinagre ronda el 7%, lo recomendable es diluir el vino en la misma cantidad de agua mineral (por ejemplo, si tienes 100 ml de vino necesitarás 100 ml de agua). Este paso se puede obviar, pero hay que tener en cuenta que el grado de alcohol determinará la acidez final del vinagre: mientras más alcohol posea el vino mayor será la acidez.
Verter el vino en el recipiente de vidrio y luego agregar un chorrito de vinagre. Tapar la boquilla del recipiente con la gasa o tela y sujetarla con una liga o cuerda. Reservar el recipiente en un lugar oscuro y con temperatura que ronde los 20ºC. Déjalo en reposo como mínimo por un mes.
En la superficie se formará una película gelatinosa, llamada “la madre”. No debes mover la botella para evitar que se vaya hasta el fondo. Una vez esté listo el vinagre, cuélalo con un colador de tela para retirar cualquier impureza. Reserva en un recipiente de vidrio, preferiblemente tapado con corcho, para que continúe respirando y tomando nuevos matices.
Podrás utilizar nuevamente la “madre” para hacer más vinagre, o congelarla para emplearla en otra ocasión.
Ademas tendras luego de estos pasos, la posibilidad de aromatizar estos vinagres y darle a tus preparaciones un sabor unico y muy especial.

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